Durante las movilizaciones feministas del 8 de marzo, para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, diversas catedrales y templos católicos de México fueron vandalizados con pintas en sus muros y daños a sus estructuras. 

En el estado de Jalisco, la Catedral Basílica de la Asunción de María Santísima de Guadalajara amaneció con pintas en sus paredes, con consignas a favor del aborto y ataques a la Iglesia Católica. En el centro del país, la Catedral de San José en Toluca fue otro de los templos atacados por los grupos feministas, que colocaron pañuelos verdes —símbolos del aborto— en su puerta. También fueron vandalizados algunos de los monumentos que la decoran. En Morelos, también en la zona central, se difundieron videos en redes sociales que mostraban a personas intentando derribar, sin éxito, el cerco de protección de la Catedral de Cuernavaca.Arzobispos piden respeto y diálogo

La Catedral de Nuestra Señora de la Expectación, en el estado de San Luis Potosí, también sufrió daños durante las manifestaciones. En una rueda de prensa, el Arzobispo Jorge Alberto Cavazos Arizpe lamentó lo sucedido, sin embargo, señaló que a la Iglesia Católica le duele aún más “el maltrato a las personas”.

“Definitivamente que nos duele mucho que se maltraten edificios y áreas insignias, y no debiera ser, pero como el Señor Jesús lo manifiesta, es más grave la ofensa a una persona”, indicó Mons. Cavazos Arizpe.Por su parte, el Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, reconoció que la protesta es un derecho legítimo, pero indicó que esta se debe de llevar a cabo con “respeto a la sociedad, respeto a los edificios que son patrimonio de la nación, respeto a los bienes de las personas”. 

Al mismo tiempo, pidió a las autoridades que, en la medida de lo posible, prevengan “que sucedan estas cosas”.