En Venezuela, los obispos han recordado la importancia de vivir el tiempo de Navidad y Año Nuevo con esperanza, a pesar de la complicada situación social y política que atraviesa el país.

Mons. Carlos Curiel, Obispo de Carora y presidente de la Comisión Episcopal de Educación de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), señaló que las celebraciones navideñas deben llevarnos a “recuperar la centralidad” del mensaje cristiano en nuestras vidas, porque este es capaz de transformar los corazones en unos “abiertos a su voluntad, a su proyecto de amor”.Asimismo, destacó la alegría que debe embargar a todo creyente por el nacimiento del Niño Jesús, que “debe durar todo el año, que sea un impulso nuevo para que podamos recorrer el año 2025 con esperanza. Que lo podamos recorrer con la fe fundamentada en ese Jesucristo que es Camino, Verdad y Vida; bajo la guía del Espíritu Santo”.

Ese mismo niño de Belén, agregó, “camina hoy y siempre [con nosotros] y nos devuelve la esperanza, que muchas veces hemos perdido por las circunstancias de la vida”.

Otro prelado, Mons. Alfredo Torres, titular de la diócesis de San Fernando de Apure, deseó a todos los venezolanos en Navidad “una vivencia profunda del inmenso amor de Dios Padre al enviarnos a su Hijo y encarnarse en las purísimas entrañas de María Santísima”.

“Navidad no es otra cosa sino el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, bendición y salvación para toda la humanidad”, añadió. Además, pidió que en todos los hogares, llenos del “calor familiar”, se viva este tiempo —de fraternidad y reconciliación— sin dejar de pedir al Padre incesantemente por la “paz y la concordia” en Venezuela y el mundo entero.“No dejen de asistir, con fervor, a sus comunidades parroquiales, para poder vivir así en la fraternidad el novedoso encuentro con quien ha venido a quedarse con nosotros por siempre: Dios con nosotros, peregrinos de la esperanza”, concluyó Mons. Torres.