CICLO LITÚRGICO: Año litúrgico 2024 – 2025 – (Ciclo C)

mons. politorodríguez méndez IV Arzobispo Metropolitano de Barquisimeto

Radio El Salvador

Publicado en • 17 agosto, 2024
mons. politorodríguez méndez IV Arzobispo Metropolitano de Barquisimeto

S.E. Mons. Polito Rodríguez Méndez nació en Santa
Bárbara, Barinas, el 13 de agosto de 1967, sus padres son Juan
Rodríguez y Paula Méndez. Su formación sacerdotal la realizó
en el Seminario Arquidiocesano Santa Rosa de Lima, allí
obtuvo la Licenciatura en Filosofía y Teología. Fue ordenado
sacerdote el 31 de julio de 1999 por imposición de manos y
plegaria de ordenación del Excmo. Mons. Antonio López
Castillo, Obispo de Barinas en ese entonces.
Durante su labor ministerial se desempeñó como Vicario
Cooperador en la parroquia Santo Domingo de Guzmán,
ubicada en Ciudad Bolivia-Pedraza de Barinas; asimismo, fue
párroco en San Miguel Arcángel, el Cantón y Nuestra Señora
del Carmen en Punta de Piedra, párroco en Nuestra Señora del
Rosario, párroco de Nuestra Señora del Pilar de Santiago y
Zaragoza, Catedral de Barinas por dos oportunidades y
Director de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Barinas,
Director de la Pastoral Vocacional, Vicario para la Pastoral y
Rector del Seminario Diocesano Ntra. Sra. del Pilar de Barinas.
Es Magister y Doctor en Educación por la Universidad
Fermín Toro con su Magistral Tesis: Modelo para el proceso de
captación y selección de los candidatos al sacerdocio desde
la transcomplejidad sociocultural del siglo XXI.
Obtuvo la Licenciatura en Filosofía y Teología en la
Pontificia Univesidad Santa Rosa de Lima en Caracas, la
Licenciatura en Teología Moral en la Pontificia Universidad de
la Santa Cruz en Roma, el Máster en Docencia Universitaria y el
Doctorado en Ciencias de la Educación en la Universidad
Fermín Toro de Venezuela. Para el año 2024, recibió la
Licenciatura Teología Pastoral por la Pontificia Universidad
Salesiana de Roma y Maestría en Teología Pastoral por la
Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
En efecto, cada Obispo tiene el cometido de anunciar al mundo la
esperanza, partiendo de la predicación del Evangelio de Jesucristo: la
esperanza «no solamente en lo que se refiere a las realidades
penúltimas sino también, y sobre todo, la esperanza escatológica, la
que espera la riqueza de la gloria de Dios (cf. Ef 1, 18) que supera todo lo
que jamás ha entrado en el corazón del hombre (cf. 1 Co 2, 9) y en modo
alguno es comparable a los sufrimientos del tiempo presente (cf. Rm 8,
18)»[6]. La perspectiva de la esperanza teologal, junto con la de la fe y la
caridad, ha de moldear por completo el ministerio pastoral del Obispo.
A él corresponde, en particular, la tarea de ser profeta, testigo y
servidor de la esperanza.
Tiene el deber de infundir confianza y proclamar ante todos las
razones de la esperanza cristiana (cf. 1 P 3, 15). El Obispo es profeta,
testigo y servidor de dicha esperanza sobre todo donde más fuerte es la
presión de una cultura inmanentista, que margina toda apertura a la
trascendencia. Donde falta la esperanza, la fe misma es cuestionada.
Incluso el amor se debilita cuando la esperanza se apaga. Ésta, en
efecto, es un valioso sustento para la fe y un incentivo eficaz para la
caridad, especialmente en tiempos de creciente incredulidad e
indiferencia. La esperanza toma su fuerza de la certeza de la voluntad
salvadora universal de Dios (cf. 1 Tm 2, 3) y de la presencia constante del
Señor Jesús, el Emmanuel, siempre con nosotros hasta al final del
mundo (cf. Mt 28, 20).
Sólo con la luz y el consuelo que provienen del Evangelio consigue
un Obispo mantener viva la propia esperanza (cf. Rm 15, 4) y
alimentarla en quienes han sido confiados a sus cuidados de pastor. Por
tanto, ha de imitar a la Virgen María, Mater Spei, la cual creyó que las
palabras del Señor se cumplirían (cf. Lc 1, 45).
Basándose en la Palabra de Dios y aferrándose con fuerza a la
esperanza, que es como ancla segura y firme que penetra en el cielo (cf.
Hb 6, 18-20), el Obispo es en su Iglesia como centinela atento, profeta
audaz, testigo creíble y fiel servidor de Cristo, «esperanza de la gloria»
(cf. Col 1, 27), gracias al cual «no habrá ya muerte ni habrá llanto, ni
gritos ni fatigas» (Ap 21, 4).
(Pastores Gregis 3)

Fue Subsecretario de la Conferencia Episcopal
Venezolana. Además, Director del Instituto Nacional de
Pastoral (INPAS), profesor de Teología Moral y Antropología
Filosófica en el Seminario Ntra. Sra. del Pilar de Barinas, y
director espiritual externo del Propedéutico de dicho
seminario.
En la actualidad, es miembro de la Comisión Permanente
de la Conferencia Episcopal Venezolana y Presidente de la
Comisión Episcopal para el Clero, los Seminarios, las
Vocaciones y el Diaconado Permanente.
El 08 de abril fue nombrado IV Obispo de la Diócesis de
San Carlos, recibió la ordenación episcopal el 18 de junio de
2016 y toma posesión de la Diócesis el 25 de junio del mismo
año.
El 28 de junio de 2024, fue nombrado IV Arzobispo de la
Arquidiócesis de Barquisimeto y tomará posesión el 17 de
agosto de 2024

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